lunes, 11 de marzo de 2013

Quiero ser Presidente de Azerbaiyán.

He estado pensando que debo hacerme Presidente de la Republica de Azerbaiyán, porque tiene mucho petróleo y un clima ideal, y la recompensa puede ser enorme.

Lo primero que voy a hacer es hacerme cirugía plástica para verme más joven, como Berlusconi.

Este viejo tiene 114 años pero sigue convenciendo a una fracción importante del público italiano para que lo apoye a pesar de que es un corrupto y un degenerado. Por eso la cirugía plástica va a ser mi primer paso.

El segundo paso va a ser  buscarme una mano derecha femenina que sea  como María Dolores de Cospedal. La única diferencia es que mi ayudanta tiene que ser flexible (políticamente, no corporalmente). 
La flexibilidad va a ser esencial  porque vamos a llamarnos  el Partido  del Pueblo Azerbaiyano, que en el idioma local seria Azərbaycan Xalq Partiyası (AXP). Creo que tiene caché. Pero no vamos a tener ninguna creencia política que no sea el populismo por el momento.
El AXP va a desarrollar una estrategia populista, porque el populismo funciona muy bien para ganar elecciones. Pero no podemos ser ortodoxos ni pertenecer a ninguna corriente que nos reste flexibilidad. Esto va a ser importante para poder maniobrar a medida que vemos lo que pasa.
También será importante tener un banderín y un lema. Yo pienso que ¡Viva Fernando! seria un lema formidable. A mí no me van a joder el karma con un lema como Patria, Socialismo o Muerte. Yo no me quiero morir temprano, no sé si voy a ser socialista, y ni tan siquiera soy azerbaiyano.
No ser ciudadano de un país cuando uno quiere ser presidente del mismo puede ser un problema. Es como estar preso, porque si uno quiere ser presidente tiene que tener un expediente limpio.
Pero sé resolverlo: le voy a decir al Presidente Aliyev que yo inventé la Azerbaijan International Oil Company (AIOC o  Azərbaycan Beynəlxalq Neft Şirkəti, que produce la mayor parte del petróleo del país). Esto es mentira, yo estuve en Azerbaiyán para ayudar a  venderle el concepto a su padre el  presidente pero no tuve la idea original. Pero él era joven en aquella época y no va a saber la diferencia, porque para los Azerbaiyanos todos los extranjeros nos vemos igual.
Entonces el Presidente Aliyev va a estar muy impresionado  por mis ideas geniales,  después de todo la AIOC es su gallina de oro, que le permite comprar muchos rolex. Yo apuesto a que me  hace ciudadano. Esto me va a dar la libertad para trabajar con mi Maria Dolores y eventualmente derrocarlo utilizando su propio  sistema electoral.
En cuanto al banderín,  creo que debe tener el nombre del país y estar relacionado con el fútbol, porque es un deporte muy popular, y el equipo de Azerbaiyán está en tercer lugar en la Liga española. Entonces un  banderín que diga simplemente Azerbaiyán como el que lleva Falcao en el pecho es suficiente.


Después de estos pasos tan importantes, tenemos que aumentar la popularidad del partido. Vamos a recorrer Azerbaiyán para darme a conocer y ver que necesita la gente, y para ofrecerles cosas que les gusten.
Ofreceremos viviendas subsidiadas, hospitales, escuelas, reducción del crimen y de la corrupción, y un sistema de seguro social que permita a los trabajadores azerbaiyanos retirarse a los 52.
 Pero lo mejor de todo es lo que viene después. Ya se me está haciendo la boca agua. Una vez que sea presidente puedo utilizar la renta petrolera para hacer cambios en países vecinos. Imagínense las posibilidades.
Primero voy a cambiar el presidente de Armenia por uno que sea amistoso y se convierta a musulmán. Después voy a tumbar a los ayatolas de Irán utilizando gente que escriba mierda sobre ellos en Twitter. Y como ultimo voy por el premio gordo: Voy a tumbar a Putin.

Vale, ya se están riendo porque escribí que voy a tumbar a Putin, y ahora todos están esperando  que se aparezca un ruso para asesinarme. Pero esto va en serio. Yo creo que a Putin se le puede tumbar con la internet. Para hacerlo solamente tengo que comprarle un traje al camarada Gennady Andreyevich Zyuganov, el presidente del Partido Comunista, y mejorar su propaganda.

 El camarada Gennady Andreyevich tiene un programa muy bueno para llevar a la Federación Rusa de vuelta al comunismo, pero se viste muy mal.
Con un traje nuevo, y unos twiteros basados en Bakú que critiquen a Putin por permitir que los oligarcas sigan robando  puedo cambiar el panorama en Moscú de tal manera que la próxima vez que los rusos tengan elecciones van a votar por el Partido Comunista.
Y por favor no se asusten, porque en el siglo XXI los partidos comunistas no creen en el comunismo, ni en nada por el estilo.  Aparte del uso del banderín rojo, no tienen nada que ver con la gente que se lo cree, que en su mayoría son europeos occidentales que estudian o son profesores de  Parasitismo Social en la universidad.  
Hoy día los verdaderos comunistas somos muy normales, y estamos más interesados en ser gerentes de empresas estatales  mixtas que en estar jodiendole la vida al pueblo con  idioteces. Lo único que tenemos en común con los comunistas de antes es la policía secreta. En cuanto a mí, yo solamente quiero servir al pueblo.