sábado, 11 de mayo de 2013

Quiero ser Rey de la Educación Española

Hoy me he caído de espaldas y me quedé boquiabierto al leer sobre la reforma de la ley de la educación en España. El jueves pasado los profesores y los estudiantes se fueron de huelga para protestar esta reforma, que no pueden tolerar.

 
De acuerdo con lo que he leído, el gobierno central quiere cambiar algunas cosas. Por ejemplo, en España los padres y profesores tienen pueden elegir el director de una escuela. Ese voto tiene un peso del 60 % y ahora quieren rebajarlo a menos de la mitad. De acuerdo con el diario El País:  “los directores podrán exigir perfiles para los profesores que vayan a su centro y vetar a candidatos”. Van a pedir que los estudiantes sean examinados al graduarse de primaria, de secundaria y de bachillerato. Y si no pasan van a tener problemas para ser promovidos.

Si a mi nombraran el Rey de la Educación Española lo haría un poco diferente.
 
Yo estoy de acuerdo con la centralización de los requisitos de cada asignatura básica (matemática, historia, geografía, ciencias naturales, lenguas e inglés), pero también le daría libertad para decidir algunas cosas a las comunidades. Por ejemplo si algunos catalanes quieren dar un par de  clases en catalán, eso yo lo permitiría. Pero cuando hablo de comunidad no hablo de una comunidad política. Tendría que ser algo más pequeño, que aglomere alrededor de 200 mil habitantes. Esto funcionaria mejor porque me parece que dejar que un director tenga el poder de vetar a candidatos para profesor me parece excesivo. Pero me parece impráctico que decisiones de este tipo sean tomadas a nivel provincial o de comunidad autónoma.
Por lo tanto yo, como rey de España en esta materia, decretaría la creación de 200 a 250 distritos educacionales distribuidos por todo el país. El director del distrito tendría que ser electo por los ciudadanos. Esta señora (o señor)  estaría  controlada (o) por una junta directiva en parte electa por los ciudadanos del distrito y en parte designada por autoridades competentes a nivel de la comunidad.
En cuanto a independencia a nivel de escuela, muy poco. No se puede dejar a  estudiantes menores de edad  votar sobre su propia educación. Que aprendan a votar eligiendo un consejo estudiantil y que practiquen decidiendo a donde pueden ir de excursión dos veces al año. Pero mas allá, no. No tiene sentido porque no tienen madurez, ni saben lo que quieren. Y por lo que veo muchos están completamente fuera de control de sus padres.  Pueden sugerir y conversar, y  escribir  a la junta directiva del distrito con sus quejas si las tienen.
Yo pienso que los españoles van a demorar para nombrarme  Rey Educacional de España y darme el poder absoluto que necesito para introducir mi sistema. Mientras tanto sugeriría que no hagan tanto ruido y se acomoden a la realidad, pues el sistema educacional de verdad necesita un ajuste, y mientras más pronto mejor.

 

martes, 7 de mayo de 2013

La guerra vista por un niño

Cuando yo tenía seis años vivía en Santa Clara. La dictadura de Fidel Castro le cambió el nombre a Villa Clara, por si acaso quieren ver dónde queda en el mapa. En esa época teníamos una guerra civil, y alrededor de  las navidades la guerra se acercaba a la ciudad. Yo voy a escribir la historia como  la recuerdo. No sé si lo que uno lee en libros o en la internet  es la verdad, y además  esta batalla no es tan famosa.
 
 
Recuerdo perfectamente el primer día. Las  clases habían terminado. Esa mañana mi mama me despertó, y con la cara muy seria me dijo que no podía salir a jugar con mis amigos.
Yo recuerdo esta conversación muy bien, porque su comentario tuvo un impacto enorme. Cuando un niño de  seis años  oye que no puede salir a jugar por la mañana, durante las vacaciones, cuando no está lloviendo, piensa que lo están castigando. Yo me rastrillaba la memoria tratando de imaginarme qué diablos había hecho para que me castigaran de esa manera, y no se me ocurría nada. Era una pesadilla, y empecé a llorar y gritar que yo era inocente y que buscaran a otro, que yo no era culpable y como me podían hacer esto.
Mi mama me respondió que había hecho nada malo, que había una guerra, y que pronto iban a haber soldados peleando en la ciudad. Me dijo que tenía que ir a desayunar y vestirme bien, porque ella no sabía cuánto tiempo tendríamos electricidad y agua.
No recuerdo el almuerzo, ni los primeros disparos. Ni tan siquiera recuerdo cuando cortaron la luz y el agua. Mi primera memoria después de esa conversación es estar en las escaleras del edificio sentado con otros niños, y oír gente gritando “ahí viene el tanque”. Nos hicieron subir las escaleras hasta el último piso, y cuando llegamos arriba nos sentaron en la escalera otra vez. Entonces otro adulto gritó” “ahí vienen los aviones” y nos dijo que corriéramos hacia los pisos inferiores. Cuando estábamos bajando el mismo adulto que había gritado que subiéramos nos gritó otra vez, insistió que venía el tanque…lo último que recuerdo estaba subiendo escaleras de dos en dos preguntándome si era posible que nos disparara un tanque y un avión al mismo tiempo.
Después estaba en la sala de nuestro piso, y se oían estruendos, creo que eran bombas cayendo. Y un ruido infernal (mas tarde aprendí que el ruido venia de una ametralladora que los rebeldes habían montado en la azotea). Yo estaba aterrorizado y sentía como si el maldito avión me fuera a meter una bala en la frente. Traté de meterme debajo del sofá. Era uno de esos que tienen muelles y un fondo de tela bastante transparente. De alguna manera rompí la tela, y me colé dentro del sofá entre los muelles. Esta parte no lo recuerdo bien, pero sí recuerdo a mi mama sacándome del sofá, y gritando que me había cortado la espalda.
No sé cuánto tiempo pasó, pero a mi mama se le ocurrió que tenía que darme un baño. Como no teníamos agua agarró un poco en una cubeta pequeña, me metió en la bañadera, y me enjabonó. Y en ese momento cuando me frotaba con una esponja, alguien grito que ahí venia el avión. Mi mama me empujó afuera, cubierto de jabón, y lo recuerdo muy bien porque estaba en la escalera desnudo y los otros niños me miraban y se reían de mí. A mí no me pareció muy cómico y para colmo tenía una picazón del diablo porque el jabón se secó y tenía una costra blancuzca sobre la piel. Fue jodidísimo.
Más tarde, creo que esa noche, un rebelde vino a sentarse con nosotros. No sé por qué, pero todos los niños estábamos en una sala, y había una vela encendida. El hombre nos enseñó su fusil. Él lo llamaba un San Cristóbal. No tengo la menor idea de qué diablos era en realidad. Nos explicó que se trababan mucho, y que él quería encontrarse a un soldado muerto con un Garand, que el creía era un rifle mucho mejor. Él nos enseñó a desarmarlo, limpiarlo, y armarlo otra vez. No sé si sobrevivió. Creo que sí, porque yo solamente puede ver un rebelde muerto y no era él.
Ese muerto me impresionó muchísimo porque lo vi morirse en frente mío. El señor estaba en la azotea disparándoles a los soldados del gobierno y le dieron un tiro de vuelta en el brazo. Yo estaba como siempre sentado en la escalera, cuando había tiroteos o venían los aviones a bombardear nos metían ahi.  De pronto vi sangre corriendo por la misma, y un par de rebeldes bajando a otro que estaba herido: era el brazo derecho, y lo tenía hecho trizas. No entiendo que le pasó, porque lo dejaron en el piso al lado mío mientras buscaban a alguien y ese hombre se murió mirándome. Yo ni tan siquiera sabía que estaba muerto, lo supe cuando llegó mi mamá y se puso a gritar y darle golpes al muerto. Después llamó a los rebeldes que lo habían bajado de la azotea. No  me recuerdo lo que les dijo, pero estaba bravísima.
 
Tengo otro recuerdo bien grabado. Mi madre  decidió que teníamos que ir a buscar agua en la cisterna de una casa que estaba cerca y que habían derrumbado. Ahora que soy más viejo pienso que a esa casa le habían metido una bala de tanque, porque se había caído pero no había un hueco como ocurría cuando caía una bomba de un avión. Salimos con unos baldes, cruzamos la calle, y estábamos entre los escombros buscando la tapa de la cisterna cuando de pronto vi un destello en el cielo. Era un caza. En esa época utilizaban aviones llamados P51 y cosas por el estilo. Esos eran de la Segunda Guerra Mundial, y el ejército de Batista los utilizaba para ametrallar la ciudad y bombardear con bombas pequeñas. También tenían otro que era mucho más temible, era un bombardero mediano llamado B26. Ese avión descargaba bombas mucho peores, cuando caían volaban una manzana entera. Menos mal que no venían mucho porque Santa Clara no era muy grande y si hubiesen volado todo el tiempo nos hubieran hecho una ruina como Guernica o algo parecido.
Mi mamá y yo vimos el avión al mismo tiempo. Ella me gritó “Corre!” y se largó corriendo hacia la puerta del edificio. Yo pienso ahora  que ella creía que yo estaba detrás de ella, pero yo había corrido en la dirección opuesta, hacia una pared que no había caído. Yo había visto como el avión venia en picada, y me pareció que si disparaba yo iba a estar bien detrás de esa pared, que era de bloques de cemento. Mi mamá llegó a la puerta del edificio, giró y empezó a gritar horrorizada cuando vio que yo no estaba con ella y estaba agachado a unos 40-50 metros. Entonces mi abuelo abrió el portón del edificio, la agarró y la metió en el edificio gritando. Y cerró  el portón.
Al ver todo esto yo decidí que no iba a quedarme solo y salí corriendo. Atravesé los escombros, crucé la calle, y le di golpes a la puerta gritando que abrieran. Estaba en eso cuando sentí algo pasar por mi nariz, y un pedazo de cemento saltó de la pared al lado mío. Parece ser que un franco tirador había decidido dispararme. No sé que estaba pensando ese degenerado, porque aunque yo era grande, solamente tenía seis años. Y ese disparo vino de una dirección rara, tiene que haber bajado por la calle que iba hacia el hospital. Yo no sé quién diablos fue, o estaba nervioso o era un psicópata.
Cuando me di cuenta que me estaban disparando me oriné en los pantalones. Yo seguía golpeando el portón pero en ese momento me preocupaba muchísimo que me vieran así, con los pantalones mojados. Y aparte de eso no teníamos agua, e iba apestar a orine. Eventualmente mi abuelo abrió el portón y me sacó de la calle. Supongo que consiguieron agua y me lavaron, porque no recuerdo a nadie riéndose de mí por estar meado.
Más tarde estaba en la cocina y la ametralladora comenzó a disparar arriba en la azotea. Vi como un pedazo del cielo raso cayó, creo que las vibraciones de la ametralladora era tan fuertes que estremecían todo. No creo que fue la bomba. Esa bomba fue un golpe de suerte, porque el bombardero de Batista la dejó caer sobre el juzgado que estaba lleno de soldados batistianos, como a dos cuadras. Y cuando los soldados que quedaban ahí se dieron cuenta que su propia gente los estaba bombardeando, se rindieron.  Creo que eso pasó el 31 de diciembre de 1958.
El día siguiente nos dejaron salir a jugar. Lo más divertido era buscar casquillos en los escombros. Mientras más grande mejor, por supuesto. Pronto teníamos un mercado de balas y casquillos, cascos, metralla, todo lo que uno se encuentra después de una batalla.
Yo estaba sentado en un muro en frente de la casa de un amigo cambiando casquillos cuando de pronto oí un disparo. Un niño que vivía en la casa de en  frente había encontrado una automática calibre 45, y le había metido un tiro por la boca a su primo. Yo no era muy amigo de ese muchacho porque no íbamos a la misma escuela, pero lo conocía del barrio. Vi a su abuela corriendo por el jardín gritando “mi niño, mataron a mi niño”. Y después vi a una mujer barriendo agua sangrienta por la puerta.

lunes, 6 de mayo de 2013

Fui a ver “Tierra Prometida” de Matt Damon

Hace unos días fui a ver “Tierra Prometida” de Matt Damon. La película está bien: me reí bastante porque tiene muchísimos errores en el libreto. Matt Damon actúa muy bien como empleado de una empresa productora de gas que se dedica al "fracking".


La historia comienza cuando el  llega a un pueblo en el este de los Estados Unidos para convencer a sus ciudadanos que firmen contratos  con su empresa, y comienza un conflicto con un profesor de bachillerato que es un león tusado, tiene un doctorado en física y sabe utilizar la internet para sacarle los trapos sucios a la producción de gas de los esquistos utilizando fracturas (o sea el maldito fracking que aterroriza tanto a los europeos).
Para colmo después llega un joven miembro de una ONG verde, que se dedica a meterle miedo a la gente con fotos de vacas muertas y fingiendo quemar una tortuga. Y si no fuera suficiente, le roba la mujer más hermosa del pueblo,  convenciéndola que Matt  es un desgraciado que viene a engañarlos y a derramar sustancias cancerígenas por todo el pueblo. Ya Matt la habia conocido el bar, se había emborrachado por su cuenta, había despertado en casa de la mujer y todo, y se quedó estupefacto cuando vio que lo habían dejado porque tenía un trabajo tan sucio.
 
En la película no lo explican muy bien, pero esos contratos los firman los dueños de tierras que también son dueños  de los derechos minerales. Esto no ocurre en Europa ni en otros países, donde el estado tiene los derechos y el dueño del terreno no recibe regalias. Pero la ley en los EEUU dice que el dueño de la tierra es dueño de todo (a no ser que lo venda). Esto crea un incentivo enorme para los agricultores y ganaderos, que tienen fincas y por lo tanto tienen derechos minerales que pueden valer un dineral.
No les puedo dar todos los detalles, porque si no la han visto vale la pena verla. Pero creo que es importante que entiendan que es un cuento inverosímil desde el punto legal y practico.
Por ejemplo, en la vida real el empleado de una empresa que quiere impresionar bien a los habitantes de un pueblo no se viste de granjero ni maneja un auto destartalado. La idea es dar una imagen profesional e indicar que es una empresa responsable. Y de ninguna manera se va a emborrachar y tener el puesto por mucho tiempo. Ni caerse a golpes con los matones del lugar. Ni de menos proponer bribas a un político local para que convenza a la gente que “voten por el fracking”. Pero cuando Matt Damon lo hace no queda mal, después de todo es una estrella de cine.
Cuando veo este tipo de película, donde conozco el tema muy bien, y el libreto es casi completamente falso, entonces me pregunto, ¿cuánto de lo que veo es verdad? Yo he visto muchísimas películas que me dejaron indignado. “En el nombre del padre”, “La casa de los espiritus”, y “Erin Brokovich” vienen a la mente. ¿Seran ciertas?
Ahora les voy a mencionar un secreto que no mencionan en “La tierra prometida”. El impacto más grave que tiene la industria cuando llega a un pueblo así no lo mencionan ni de lejos. Es lo que ocurre cuando los alquileres aumentan enormemente, el trafico se congestiona, las escuelas no tienen espacio, y la gente se acostumbra a vivir con mucho dinero. Después, cuando el producto se ha explotado y los pozos se han agotado, llega la parte fea. Si no han ahorrado el dinero o lo han invertido en algo que rinda, esos pueblos se convierten en fantasmas y se ven bastante feos. El proceso demora 30, 40, 50 años pero es imparable.
Yo creo que la mejor opción es dejar que trabajen y saquen el gas, pero que paguen bien y no molesten, que construyan caminos para que el pueblo no se congestione, y que construyan las escuelas que se necesiten. En cuanto al daño al ambiente, eso es un cuento – esa parte está reglamentada y el miedo al fracking es irracional.  
Los ciudadanos y los políticos de esos lugares que tengan gas, deben ahorrar una parte de lo que el gas paga, porque cuando se acabe van a tener que vivir de algo, y ser agricultores ya no les va a gustar.
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Si les interesa el tema, pueden leer esta entrada:

jueves, 2 de mayo de 2013

Epístolas a dos Españoles

No voy a escribir todavía sobre la golpiza que le dieron los Chavistas a los asambleístas opositores.
 
 
Los ánimos están muy malos y no quiero echarle leña al fuego. 
 
He estado ocupado escribiendo cartas a los diarios...aquí he copiado dos que están enlazadas, sobre la situación en Venezuela:
 
Esta se la escribí al Sr. Banestier, un periodista muy bueno:

"Sr. Bastenier Ud. escribIó una obra de arte, lo envidio. Yo viví en Venezuela, y pude ver a Chávez de cerca. No creo que el Chavismo haya sido nada en particular. Chávez se inventó sobre la marcha, y era mal gobernante. Pero tuvo una suerte enorme porque el precio del petróleo comenzó a aumentar vertiginosamente en el 99, y lo hizo hasta el 2012.
 



También se creó una leyenda: Venezuela tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo. No lo veo tan claro, porque la mayor parte está en la Faja del Orinoco y tiene una calidad pésima. Este petróleo se extrae y se procesa con equipos que cuestan una enormidad. Pero este detalle lo conocen pocos. Y esto le ha permitido a Venezuela vender bonos y endeudarse. Son bonos basura, pero se venden. Chávez ha dejado otras deudas, por ejemplo los litigios con empresas, cuentas sin pagar que ascienden a miles de millones de euros, y una infraestructura diezmada por mal mantenimiento. Esto me dice que si existen ilusos en España que quieren un país chavista, van a tener que inventar algo para poder derrochar dinero.". 



Esta se la escribí a un chavista que estaba echando vainas en El Pais:
 
"Arturo Z me gusta su delicadeza: "feroz derecha caprileana". Eso le ha quedado bien. Creo que entiende el plan de Maduro y la directiva cubana para integrar a los dos países. Pero piense bien en el futuro...Raúl Castro ha concedido que el marxismo no funciona. Hoy día quiere que el pueblo cubano trabaje más duro y "por cuenta propia". El partido comunista cubano, como su hermano chino va en dirección al capitalismo. Pero fíjense en el detalle, los "comunistas" van a ser los gerentes, líderes políticos y generales. Alguien tiene que ocupar los puestos de la oligarquía, y por lo tanto les corresponde a ellos, los privilegiados que a veces son hijos de papi y mami, o los que han mostrado ser más sumisos. Por lo tanto si Maduro y el fascista Cabello sobreviven la tormenta, van a meterse en la cama con un grupo de gente muy interesante: ex marxistas desilusionados, hoy día pragmáticos y entrenados por la Stasi...son unos tipos geniales para darle la dirección hacia el fascismo a la Revolución Bolivariana. El comunista venezolano debe entender que está metido en un negocio, y que le irá mejor ser gerente".